Alimentar y cultivar esa energía yin, el anima del que nos habla Jung, ese estado de ensoñación que no se enlaza a la productividad ni a la necesidad de hacer algo, que simplemente es, se derrite en el sofá, como tú dices, simplemente a leer y disfrutar de la lectura. Cuánta falta que le hace ese aspecto a este mundo híper productivo… cuanta falta que nos hace no hacer nada.
Me ha encantado lo de que ser escritor no es escribir muchos libros sino poner la escritura en el centro. Hace años me hubiera identificado con ello, pero lo cierto es que ya no lo hago y aun así me sigo considerando escritora. Paradoja? Tal vez lo sea. Muy interesante también Sontag, no la conocía y parece una mujer de un intelecto exquisito. Qué pena que ya no esté en el mundo! M.
Sería una paradoja para el mundo de la producción masiva de conocimiento y creación, pero no para nosotras. Te recomiendo mucho a Sontag, la estamos leyendo juntas en el Club de Casa Índigo, si te apetece reconectar con tu escritura a través de ella. ¡Un abrazo!
Alimentar y cultivar esa energía yin, el anima del que nos habla Jung, ese estado de ensoñación que no se enlaza a la productividad ni a la necesidad de hacer algo, que simplemente es, se derrite en el sofá, como tú dices, simplemente a leer y disfrutar de la lectura. Cuánta falta que le hace ese aspecto a este mundo híper productivo… cuanta falta que nos hace no hacer nada.
Sé que ese anhelo el alma que tenemos acabará imponiéndose. ¡Un abrazo!
Me ha encantado lo de que ser escritor no es escribir muchos libros sino poner la escritura en el centro. Hace años me hubiera identificado con ello, pero lo cierto es que ya no lo hago y aun así me sigo considerando escritora. Paradoja? Tal vez lo sea. Muy interesante también Sontag, no la conocía y parece una mujer de un intelecto exquisito. Qué pena que ya no esté en el mundo! M.
Sería una paradoja para el mundo de la producción masiva de conocimiento y creación, pero no para nosotras. Te recomiendo mucho a Sontag, la estamos leyendo juntas en el Club de Casa Índigo, si te apetece reconectar con tu escritura a través de ella. ¡Un abrazo!