Querida Mari, empatizo profundamente contigo y con tus palabras. Mi quiebre fue cerca de estas fechas el año pasado, cuando me lesioné de las cervicales porque mi cuerpo no pudo más y colapsó, al grado de inmovilizarme completamente. Hoy en día veo en retrospectiva, y hasta veo mi agenda de esos días, y a pesar de estar muy dopada por los analgésicos yo no paré. Seguí, seguí, y me desgasté. Mi recuperación ha sido lenta y larga, pero también ese proceso fue lo que me dio el impulso de moverme y cambiar radicalmente algunas cosas, como mudarme a la playa. Aquí me he sanado y me he inspirado con otros ritmos que van más allá de la pantalla, porque tengo la naturaleza a mi alrededor recordándome que hay otros tipos de tiempos. El tema es que esta problemática de la digitalidad está muy instalada en la psique, y en la forma en la que hoy en día trabajamos y socializamos. Entiendo el cansancio de las redes, por eso también me tomé un descanso de mi proyecto porque no podía con todo, y sé el precio que lleva no escuchar cuando el cuerpo pide focalizar la atención y la energía en menos cosas.
Hoy en día, a pesar de vivir en la playa, volví a caer en el trabajo remoto y digital, y los fines de semana estoy tan cansada que voy a la playa 1 vez al mes, o cada 15 días, aún teniéndola muy cerca. Estoy repensándome y reevaluando cómo puedo priorizar mi tiendo acorde a mis deseos, y cuidando también mi materia. Mi gran dilema.
Te abrazo y te acompaño, porque no estamos solas en esto, lo sé. Y te agradezco por abrir el diálogo. <3
Espero que te recuperes pronto y encuentres un ritmo sano para tu camino.
Meiii, sé que compartimos mucho de nuestro estilo de vida, y como dices, a veces la digitalidad lo toma todo hasta el punto de no tener tiempo para estar en la vida y disfrutar del momento presente. Ojalá te puedas poner como meta entrar en el agüita más a menudo, sé que estar en la naturaleza fue una de las grandes razones para mudarte allá. Te mando mil abrazos <3
Me siento totalmente indentificada con tu escrito Marina. Me gustaría poder compartirnos y así acompañarnos de alguna forma en este profundo proceso. Así como también me gustaría poder hacer una pequeña red de mujeres que necesiten de lo mismo, contacto, compartir, abrazos, miradas de compresión y escucha… Ofrezco mi email para empezar, te abrazo Marina, me encuentro exactamente igual que tú. Y abrazo a todas las que se encuentren en este punto o en una sensación así.
Por cierto, gracias porque leerte me empuja a hacer uno de mis sueños más deseados realidad y en el que voy dedicando energía: escribir y publicar un libro. Con todo el miedo que implica (y más con mi situación personal). Gracias!!
Hola, Roci! Gracias por contarme cómo sentiste el texto, me alegra que te haya inspirado. En Casa Índigo (la escuela de escritoras que co-dirijo) tenemos un espacio muy bonito para acompañarnos entre mujeres que crean, escriben y piensan la vida de forma sensible. Puedes checar en www.casaindigo. es (El Club) si te apetece unirte. Te mando un beso!
Ajó! Te abrazo, te entiendo, te quiero.
Y yo a ti, mi hermosa <3
Querida Mari, empatizo profundamente contigo y con tus palabras. Mi quiebre fue cerca de estas fechas el año pasado, cuando me lesioné de las cervicales porque mi cuerpo no pudo más y colapsó, al grado de inmovilizarme completamente. Hoy en día veo en retrospectiva, y hasta veo mi agenda de esos días, y a pesar de estar muy dopada por los analgésicos yo no paré. Seguí, seguí, y me desgasté. Mi recuperación ha sido lenta y larga, pero también ese proceso fue lo que me dio el impulso de moverme y cambiar radicalmente algunas cosas, como mudarme a la playa. Aquí me he sanado y me he inspirado con otros ritmos que van más allá de la pantalla, porque tengo la naturaleza a mi alrededor recordándome que hay otros tipos de tiempos. El tema es que esta problemática de la digitalidad está muy instalada en la psique, y en la forma en la que hoy en día trabajamos y socializamos. Entiendo el cansancio de las redes, por eso también me tomé un descanso de mi proyecto porque no podía con todo, y sé el precio que lleva no escuchar cuando el cuerpo pide focalizar la atención y la energía en menos cosas.
Hoy en día, a pesar de vivir en la playa, volví a caer en el trabajo remoto y digital, y los fines de semana estoy tan cansada que voy a la playa 1 vez al mes, o cada 15 días, aún teniéndola muy cerca. Estoy repensándome y reevaluando cómo puedo priorizar mi tiendo acorde a mis deseos, y cuidando también mi materia. Mi gran dilema.
Te abrazo y te acompaño, porque no estamos solas en esto, lo sé. Y te agradezco por abrir el diálogo. <3
Espero que te recuperes pronto y encuentres un ritmo sano para tu camino.
Meiii, sé que compartimos mucho de nuestro estilo de vida, y como dices, a veces la digitalidad lo toma todo hasta el punto de no tener tiempo para estar en la vida y disfrutar del momento presente. Ojalá te puedas poner como meta entrar en el agüita más a menudo, sé que estar en la naturaleza fue una de las grandes razones para mudarte allá. Te mando mil abrazos <3
Me siento totalmente indentificada con tu escrito Marina. Me gustaría poder compartirnos y así acompañarnos de alguna forma en este profundo proceso. Así como también me gustaría poder hacer una pequeña red de mujeres que necesiten de lo mismo, contacto, compartir, abrazos, miradas de compresión y escucha… Ofrezco mi email para empezar, te abrazo Marina, me encuentro exactamente igual que tú. Y abrazo a todas las que se encuentren en este punto o en una sensación así.
Mi email: espacioderocio@gmail.com
Por cierto, gracias porque leerte me empuja a hacer uno de mis sueños más deseados realidad y en el que voy dedicando energía: escribir y publicar un libro. Con todo el miedo que implica (y más con mi situación personal). Gracias!!
Hola, Roci! Gracias por contarme cómo sentiste el texto, me alegra que te haya inspirado. En Casa Índigo (la escuela de escritoras que co-dirijo) tenemos un espacio muy bonito para acompañarnos entre mujeres que crean, escriben y piensan la vida de forma sensible. Puedes checar en www.casaindigo. es (El Club) si te apetece unirte. Te mando un beso!
Que hermosa carta, Marina. Gracias por compartir, gracias por la honestidad. 🙏❤️ Resueno mucho con tus intenciones.
(PD. Estos días he pensado mucho en la rosa y en nuestras conversaciones en el taller que hice contigo)
Abrazo grande ❤️
Amo que la Rosa siga dejando impronta en nuestra vidas. Te abrazo, Naldi querida!